Mediante
juegos sencillos con objetos de uso cotidiano los niños pueden aprender las
diferencias entre la luz y la oscuridad experimentando la luz interior y
exterior, así como observando y discutiendo experimentos sencillos.
Se pueden
formular a los niños diversas preguntas con respecto al origen de las sombras
para identificar conocimientos previos: ¿Cómo se formas las sombras?, ¿qué
creen que las cause?, en el salón ¿hay sombras?, ¿cómo podemos hacerlas?, ¿en
donde aparecen?, ¿por qué?, ¿por qué no tienen color?
Juegos de
luces y sombras
Para
jugar con las sombras se necesita una fuente de luz. Si está oscuro, una
linterna, un farol o la luz de un velador es suficiente. De día, un rayo de sol
que entra por la ventana y un espejito, pueden convertir a los chicos en
buscadores de sorpresas.
Al aire
libre, el sol es un perfecto proyector de sombras. Así que se pueden jugar
carreras con la sombra para ver quién gana: ¿la sombra o el que corre?
Como las
sombras se alargan o se achican según la hora del día, además de divertido, es
un buen juego de investigación.
Para
hacer sombras con las manos u objetos en movimiento, se necesita una luz, una
pared o una sábana. Siempre hay que poner lo que queremos proyectar entre la luz
y la pared o la tela.
Hay
muchas cosas que podemos descubrir cuando jugamos con sombras. Por ejemplo, que
si la luz está más lejos la sombra se agranda y que cuanto más cerca se
proyecta, el tamaño es más real. Que si la luz viene de arriba las cosas aparecen
achatadas y si viene de abajo las cosas pueden crecer hasta el techo.
Con las
manos: Empecemos con una, después con las dos... y ¿qué pasa si se suman otras
manos?
Poner el
cuerpo: Después de probar distintas posiciones de estatuas y variadas formas de
pasar por delante de la luz (gateando, saltando, haciendo movimiento lentos y
grandes, moviéndose a gran velocidad), se puede jugar a cambiar las formas del
cuerpo poniendo papeles, globos o telas por debajo de la ropa. Así se pueden
hacer panzas o músculos.
Personajes
extraños: Se pueden inventar los personajes más raros, simplemente sujetando al
cuerpo el objeto que se nos ocurra. ¿Qué pasa si nos atamos un plumero en la
cabeza o un banquito, con las patas apuntando hacia delante, sujeto en la
espalda?
Tocarse
sin tocarse: Otra cosa divertida que permite el juego con sombras es que dos
personas ubicadas una más adelante y otra más atrás, con relación a la luz,
pueden tocarse.
¿Qué
personaje es? Se presentan siluetas de personajes de cuentos clásicos conocidos
por los niños para que adivinen de qué personaje se trata y el título del
cuento.
Teatro de
sombras
Los
chicos podrán realizar esta actividad a partir de las siguientes consignas.
Dibujar
sobre el cartón las siluetas de los títeres que quieran armar. Pueden ser
animales, personas, objetos o figuras, como triángulos, círculos y estrellas.
Recortar las siluetas dibujadas. Pueden hacerles agujeros, a modo de ojos, boca
y nariz. Pegar las siluetas de cartón a las varillas con la cinta adhesiva.
Construcción
del escenario A una distancia de 1 a 2 metros de la pared, extender y colgar
una tela blanca, a modo de telón, a una altura superior a los dos metros, de
forma tal que su parte inferior se encuentre a, aproximadamente, 50 centímetros
del piso. La tela se puede colgar con broches de una soga atada a ganchos
fijados en la pared del salón.
Ubicar un
foco de luz cerca de la pared apuntando a la tela. Es conveniente utilizar un
proyector, por su luz intensa y focalizada, aunque también puede ser útil una
lámpara o una linterna.
Tapar con
algún elemento opaco, como sillas o mesitas puestas de costado, el sector bajo
de la tela para permitir que los alumnos se oculten en el momento de realizar
la obra de títeres.
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