Si
mezclamos dos partes de agua por una de detergente líquido o champú para bebés
y además añadimos una cuchara de glicerina, se podrán conseguir unas pompas muy
resistentes.
Utilizamos
“burbujeros” convencionales. Hay que soplar para producirlas, también se puede
dejar que el viento la produzca (tiene que ser fuerte).
Utilizando
tres sorbetes cortados por la mitad y bien sujetos comprobarán que al soplar salen
pompas de jabón en todas las direcciones.
Para
hacer burbujas gigantes se puede usar el aro de un colador o un embudo, cuando
lo mojen en un balde con la solución y sacudan la mano, verán la inmensa
burbuja que desprende.
Para
hacer burbujas de color agregar a la preparación unas gotas de colorante
vegetal.
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